viernes, 11 de marzo de 2011

#2

Con un chico la conversación se basaba en mis preguntas. Una eterna entrevista. Así de simple. Así de unilateral... Y él me miraaaaba con los ojos brillosos mientras lo interrogaba, mientras lo desnudaba, mientras lo sarandeaba. Porque era un existencialista, un tipo pasivo arrastrando un baul de historias fabulosas.
Un día, no sé qué le pasó, se activó: No sólo me cogió él a mí, si no que por primera vez me preguntó algo! su primer pregunta, en plena cogida, fue:
-¿militaste alguna vez?


Y yo con el entendimiento viñetado por las cosas ingeridas... eso me rebotó varias veces en la cabeza antes de ser procesado. Y recibió una mayor cantidad de rebotes antes de ser contestado en condiciones.

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